El objetivo de integrar sistemas de seguridad física en las empresas es proteger a las personas, los activos, la información y la infraestructura frente a amenazas internas y externas, intencionales o accidentales, Esto se logra mediante la combinación de tecnología, procedimientos y personal capacitado, con fines como:
1. Prevenir accesos no autorizados a instalaciones, áreas restringidas o información sensible.
2. Reducir riesgos de robo, vandalismo, sabotaje o intrusión.
3. Asegurar la continuidad operativa ante eventos de seguridad.
4. Disuadir conductas delictivas o negligentes mediante presencia y monitoreo.
5. Cumplir con normativas legales y estándares internacionales (como CTPAT, ISO 28000, etc.).
6. Mejorar la percepción de seguridad entre empleados, clientes y socios.
7. Reducir vulnerabilidades y minimizar los impactos ante eventos de seguridad.
8. Prevenir, detectar y responder ante incidentes que pongan en riesgo la integridad de las personas y los bienes de la empresa.
9. Crear un entorno seguro y controlado para empleados, visitantes y contratistas.
La seguridad física bien implementada se convierte en una herramienta estratégica para mitigar riesgos y garantizar la estabilidad corporativa.